Paco de Lucía, el principal protagonista del cajón flamenco

Os preguntaréis, ¿Paco de Lucía no era guitarrista? ¿También tocaba el cajón flamenco? Aquí os contaremos un poco sobre la relación del gran maestro y el cajón flamenco. 

Como muchos conocemos, Francisco Sánchez Gómez, o más conocido como Paco de Lucía, ha sido un gran músico y compositor. Considerado el mejor guitarrista de flamenco de toda la historia y todo una leyenda. 

No solo ha sido un fenómeno en el flamenco, también en otros estilos, como del jazz. Esto lo convirtió en un revolucionario del género, ya que él navegaba por otros estilos musicales, pero siempre con su esencia que llevaba por venas, el flamenco.  

Paco de Lucía importó varios cajones peruanos a España. Fue ahí donde comenzó a experimentar con el cajón y el flamenco. 

El origen de los cajones flamencos

Se dice que los primeros cajones fueron los esclavos africanos quienes los utilizaban para sus cánticos. Utilizaban las cajas de madera que utilizaban en sus labores, lo que más tarde se convertiría en el cajón como instrumento de percusión. 

Es un instrumento que ha evolucionado durante muchos años, sobre todo desde que es reconocido como cajón flamenco.

Principal protagonista del cajón flamenco

Una noche del mes de marzo de 1977, el gran Paco de Lucía conoció el cajón peruano en una gira que realizó por América, concretamente, por Lima. Todo ocurre cuando acude como invitado a una fiesta de la embajada en la que cantaba Chabuca Granda, uno de los percusionistas del grupo, tocaba el cajón. Cuando Paco de Lucía escuchó ese sonido, se unió al percusionista con su guitarra. Fue justo en ese momento cuando descubrió que el cajón era idóneo como percusión del flamenco. Siempre se ha hecho tocando con palmas, pero las palmas no tienen consistencia ni precisión como la que sí tiene el cajón. 

Las características que al artista más le llamaron la atención cuando escuchó el cajón fueron el sonido agudo que se asemejaba en cierta parte al del tacón del bailaor y el grave de la planta. Además, era un instrumento muy manejable y fácil de transportar. 

Esa misma noche, Paco le compró el cajón a Kaistro, el percusionista. A los días tocaron en Madrid, donde asistieron los Habichuelas, hijos de Ramón “el Portugués”, Guadiana, entre otros. A los meses se había extendido el cajón peruano como cajón flamenco, convirtiéndose en un instrumento esencial.  

Evolución del cajón flamenco

Los cajones más primitivos se tocaban totalmente diferente a lo que conocemos como cajón flamenco hoy en día. Se tocaban de forma horizontal y el percusionista no se sentaba encima. Fue a partir del siglo XX cuando cambió a como lo conocemos hoy en día. Se le añadieron cuerdas en su interior, lo que hace que tenga un sonido tan característico. 

El cajón en Perú está reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación. Para los peruanos es una muestra de orgullo que el flamenco lo haya adaptado para adoptarlo.

Años después de que el maestro lo importara desde Perú, el cajón ha pasado a ocupar un hueco irremplazable en el flamenco. Músicos como Antonio Carmona, Manuel Soler o Ramón Porrina incorporaron este instrumento en sus espectáculos. Poco a poco se ha afianzado una “segunda generación” compuesta por artistas como Piraña, Antonio Coronel, Chaboli o Cepillo, entre muchos otros.

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